martes, 24 de marzo de 2009

El gran expolio

Dos premios Nobel de Economía califican de “robo” a los contribuyentes la decisión del gobierno de Obama de regalar un billón de dólares a la banca para que alivie parte de la deuda incobrable que padece


inSurGente. El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz ha criticado el plan de ayuda a los bancos anunciado ayer por el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geitnner. Según ha manifestado, el programa para eliminar los activos tóxicos de los balances de las entidades financieras es un "robo a los contribuyentes americanos al exponerlos a demasiado riesgo". Por su parte, el también premio Nobel de Economía Paul Krugman ha afirmado que está "destinado a fracasar".


Agencias/ insurgente.-

Además, Stiglitz considera que dicho plan difícilmente fuincionará mientras la economía "continúe débil". El paquete de medidas "es muy defectuoso", añadió el premio Nobel a Reuters en una entrevista durante una conferecia en Hong Kong.

Ayer, Geithner anunció una iniciativa con la que pretende dar estímulo a la economía mediante la compra de los activos tóxicos de los bancos. La intención es liberar a las entidades de estas cargas para que estabilicen sus cuentas y vuelvan a reactivar el crédito. Y para llevar a cabo este programa, el Gobierno estadounidense destinará una partida inicial de 500.000 millones de dólares, que podrá ser ampliada hasta un billón de dólares.

Robo a los contribuyentes

Para Stiglitz, el plan ofrece "incentivos perversos". El Gobierno de Estados Unidos "básicamente está usando" al contribuyente como garantía contra el riesgo de depreciación de esos activos. "Francamente, esto se convierte en un robo a los estadounidenses. No creo que vaya a funcionar porque cargar las pérdidas sobre los hombros del contribuyente generará mucha ira".

"Incluso si el plan limpia la deuda tóxica masiva de los bancos, las preocupaciones sobre las perspectivas económicas se traducen en que los bancos todavía podrían no estar dispuestos a conceder nuevos préstamos", señaló, mientras que la posibilidad de mayores cargas de impuestos acabará repercutiendo sobre los consumidores de EEUU.

Recientemente, Stiglitz consideró que la crisis será peor y recordó que "muchos países emergentes se han convertido en víctimas inocentes". En su opininión, es una "ironía" que "mientras el gobierno estadounidense daba lecciones sobre reglas e instituciones en los países emergentes, sus políticas eran un fracaso total".

Krugman también lo criticó

El también premio Nobel de Economía Paul Krugman ha sido otra de las voces críticas contra el plan de Geithner. Según indica en un artículo en el diario The New York Times, "el problema real con este plan es que no funcionará".

"El esquema de Geithner ofrece una apuesta segura: si el valor de los activos sube, los inversores se benefician, pero si el valor baja, los inversores se alejan de su deuda", señaló el economista de la Universidad de Princeton. "Esto no se trata realmente de dejar que los mercados funcionen. Esta es sólo una forma indirecta, encubierta, de subvencionar la compra de malos activos", añadió Krugman, quien se refirió al proyecto como una idea reciclada.


"Si este plan falla, como es casi seguro que lo haga, es poco probable que (Geithner) pueda ser capaz de persuadir al Congreso para que conceda más fondos para hacer lo que tuvo que hacer desde un comienzo", advirtió Krugman.

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