miércoles, 1 de abril de 2009

Todos quieren dinero público

Nerviosismo en el sistema financiero patrio


inSurGente. Desde el propio sistema llueven las especulaciones sobre cómo ocurrirá y a qué ritmo, lo que hasta ayer no iba a pasar en el fuerte e incomparable sistema bancario español. En las últimas horas además de las cajas y su situación delicada, tenemos al "patriota" Banco Santander, que vendió su 32% en CEPSA a una compañía del emirato árabe de Abu Dhabi, para "conseguir un extra de liquidez en un momento muy necesario por la crisis financiera" según recogen diversos medios; como se sabe, un banco sanísimo, a pesar de que...en abril de 2008 ya se nos decía que dicho florón de la corona estaba "buscando liquidez por tierra, mar y aire en las últimas semanas". (Cotizalia, 22-4-2008). Manifiestamente, para la banca en crisis las semanas se han prolongado un poco más de lo que suponian.

El anuncio del gobernador del Banco de España de que si la crisis se prolonga «seguramente será necesario reestructurar algunas entidades» de nuestro sistema financiero ha encendido las alarmas. Sus manifestaciones, 48 horas después de la intervención de CCM, extendieron ayer una sombra de sospecha sobre el sector. La imagen de un sistema financiero robusto que hasta ahora han exhibido con orgullo las autoridades políticas y financieras resiste, pero la banca empieza a mostrarse vulnerable.

Eso obliga a Zapatero a presentarse hoy en Londres en la reunión del G-20 con menos altanería. La caja manchega ha sido la primera, pero seguramente no será la última. El lunes, un consejero del Banco de España puso en duda que todas las cajas catalanas estén «completamente sanas» y las miradas apuntan a Caixa Catalunya. Hay analistas que la señalan como la caja de entre las de mayor tamaño que presenta una peor combinación de morosidad y solvencia. Y aun es más, inquietante el hecho de que Narcís Serra, su presidente, haya solicitado al Gobierno que proceda a una recapitalización general, un sistema que permite socorrer a las entidades sin que quede al descubierto su gestión.

Acudir en auxilio de Caixa Catalunya, que es la quinta caja de España, sería mucho más problemático de lo que ha sido intervenir CCM. Ambas coinciden en que al frente de ellas el PSOE puso a modo de premio de consolación a dos personas apeadas de la política. Los resultados hablan por sí solos.


Por otro lado, Credit Suisse estima que si la morosidad sigue al alza, las cajas de ahorros españolas podrían necesitar una inyección de hasta 60.000 millones de euros en los próximos dos años, y todo ello a pesar de que no aprecian se "riesgos sistématicos". Según esta entidad, las cajas deberían vender parte de sus carteras industriales o emitir cuotas no participativas. Zapatero no descarta que el Banco de España intervenga otras entidades



"Algunas cajas parecen financieramente más estables y eficientes que algunos bancos, pero si la morosidad sigue aumentando al ritmo actual, el conjunto de las cajas podría requerir, de acuerdo con nuestros cálculos, una inyección de 60.000 millones de euros en los próximos 1-2 años, aunque no prevemos ninguna crisis sistemática", ha indicado el banco francés en un informe con fecha de ayer.

El artículo se produce después de que el Banco de España interviniese el fin de semana en la Caja Castilla La Mancha y el gobierno español aprobase la concesión de avales por hasta 9.000 millones de euros para la entidad en la primera acción pública en el sector durante la actual crisis.

Opciones para solucionar los problemas


En opinión de los analistas de Credit Suisse, que destacan que la mora de las cajas ha pasado de 8.600 millones de euros a 39.300 millones en el último año, habría diversas posibilidades para amortiguar las dificultades.

Los analistas sugieren una mayor concentración entre las cajas, la venta de parte de sus carteras industriales y la emisión de cuotas no participativas. "En cualquier caso, creemos que la recapitalización directa por el gobierno a través del Fondo de Garantía de Depósitos es la opción más lógica", puntualizan.

Aunque reconoce que los bancos cotizados españoles también enfrentan dificultades similares, Credit Suisse cree que tienen más flexibilidad como consecuencia de su menor exposición al negocio inmobiliario (los bancos tienen una exposición inmobiliaria un 23% inferior a la de las cajas).

"Los bancos podrían, en nuestra opinión, ser capaces de lidiar con la actual situación sin ayuda del gobierno a través de: aumentos de provisiones, venta de activos, recorte de dividendos y ampliaciones de capital".

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