viernes, 20 de febrero de 2009

LOS ESPAÑOLES, ACOJONADOS COMO PAVOS CUANDO OYEN UNA PANDERETA


PSOE y PP pueden ir echando el cierre a las puertas de sus sedes de Ferraz y Génova, si no resuelven con toda diligencia —¡pero ya!— el problema de las familias, los pequeños negocios y las pymes españolas. Y el Gobierno, todo hay que decirlo, lo está intentando... Al final volveré sobre esto. Lo del País Vasco, con su quema de cajeros bancarios y contenedores de basura —símbolo de símbolos—, va a ser broma, comparado con lo que se les viene encima al PP y al PSOE, si siguen como van: cobrando a fin de mes por rascarse los bolinches y comiendo en El Bulli.

Los casi cinco millones de parados reales, la deflación incipiente, con un IPC interanual en enero de un significativo 0,8% y el PIB negativo de 2008 del –0,9% —que el Gobierno oculta lo mismo que un miembro de la Asociación del Rifle a un hijo mariquita—, es el prolegómeno de la depresión económica más profunda de que se tiene memoria desde el fin de la Guerra Civil Española.

Y los que más van a sufrir con la crisis son los separatistas que corrompen España: catalanes y vascos. De momento, la Generalitat sigue vendiendo a través de sus medios subvencionados la idea de que la crisis catalana se resuelve con la “deuda histórica” y el nuevo financiamiento a pactar con el Gobierno del Estado. Pero eso no durará. La última encuesta de opinión en Cataluña demuestra que a la gente lo del “finançament” les importa mucho menos que el paro que les trae la situación económica; vamos, que no ven relación entre los problemas de la Cataluña imperial y sus propios problemas. Mientras, la pésima gestión administrativa de la crisis del viento huracanado que ha provocado ocho muertos en Cataluña, la actitud del Conseller d’Interior, echándole la culpa a los padres de los niños fallecidos en Sant Boi, por imprudentes; y la del President Montilla, a los meteorólogos, por gandules; y a los ayuntamientos, por imprevisores, expresa claramente con qué clase de ganapanes se gobiernan los ciudadanos de Cataluña. El próximo paso será preguntarse por qué el Vicepresidente Carod, que tiene menos imaginación que el guionista de la carta de ajuste, cobra un sueldo cuatro veces mayor que el del propio Presidente del Gobierno de España. Y se irán dando cuenta de que el autonomismo es una estafa incosteable en estos tiempos que corren. Un lujo para épocas de despilfarro económico, pero que se convierte en una artrosis degenerativa grave para estos tiempos de pre-guerra. ¿Vale la pena endeudar a nuestros descendientes para que Carod monte embajadas de Cataluña en Washington? ¿Tanto se confía el Govern en la estupidez de los charnegos?

Porque en los próximos tres años el paro seguirá creciendo en toda España —y especialmente en Cataluña— a razón de dos millones de nuevos desempleados al año, con un total, en 2011, de diez millones de parados y dieciséis millones de trabajadores, de los cuales seis millones serán funcionarios, políticos o asesores y variados chupópteros de las tetas del Estado. O sea, que de los impuestos de las anoréxicas empresas españolas y de los diez millones de personas que sigan trabajando en ellas, con los sueldos más paralizados que la pilila de Benedicto XVI, hay que pagarle el sueldo a toda esa ralea, además de a las clases pasivas españolas, a la horda de desempleados y atender a los presupuestos de inversiones y mantenimiento y —¡sobre todo, esto es lo peor!— al pago de la Deuda y de sus intereses. ¡IM-PO-SI-BLE!

Y como es imposible, la solución socialista empezará por los recortes de los sueldos de los trabajadores, seguirán por las pensiones de los jubilados (ya se ha gastado prácticamente la bolsa de las pensiones ayudando a Botín y sus secuaces) y por las prestaciones de desempleo (y los sindicatos continuarán con la boquita cerrada, que trabajan menos que el fotógrafo del BOE. Porque están todos vendidos al Estado y al capital que los mantiene); luego, tras aumentar sus ingresos mediante la recaudación de nuevos impuestos municipales, autonómicos y estatales (el IBI subirá aunque la vivienda baje), asumirán la suspensión de pagos del Estado Español, la vuelta a la Peseta con devaluación inmediata, y el reconocimiento de que el patrimonio de los españoles se ha reducido a la tercera parte y el del Estado, a la nada (que lo que se debe, no es de uno) en tres años.

Volviendo a la cuestión de inicio, comentábamos que últimamente Zapatero se mueve más que la compresa de una coja. Y, en una serie de reuniones secretas, anda intentando resolver el problema financiero del Estado en Europa.¿Sabéis lo que le está pidiendo Zapatero a la Unión Europea? Pues, como ya hemos denunciado, una fuerte emisión de Deuda Comunitaria para inyectar dinero en la economía de los países PIGS e Irlanda. ¿Y eso qué es, en el fondo? Atentos, atentos, que os lo digo: Zapatero le está pidiendo a la Unión Europea que, de hecho, devalúe el Euro en beneficio de España y sus colegas de piara (PIGS). ¿Lo habéis entendido? O la Unión Europea devalúa el Euro en forma de fabricación de toneladas de papel-moneda, y se lo regala a Zapatero, o éste tendrá que abandonar la Unión Monetaria y devaluar por su cuenta, fabricando pesetitas. Pero el problema es que, ahora mismo, hay una verdadera carrera entre dólar, euro, yen y yuan por ver quién devalúa más rápido que los demás.

Muy pronto llegará el momento en que hasta los más pacifistas se pregunten: “¿Y no nos hubieran salido más a cuenta a los españoles darle uso a unas cuantas brazas de soga, a tiempo?" Por supuesto que sí, pero ya para cuando se lo pregunten será tarde. El tiempo es quizá ahora, pero el españolito medio, aunque a estas alturas anda más nervioso que el mecánico de Raikkonen, sigue asesorándose sobre la realidad económica y social española en ese Ojo del Gran Hermano, brillante y rectangular, que tiene en el salón del pisito que le debe al BSCH.


MALDITO HIJO DE PERRA

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