La televisión es un peligro público que no sólo idiotiza, aunque usted piense que entretiene, puede ocasionar trastornos en la salud, y si no es recomendable para nadie, menos lo es para los niños, muchas investigaciones realizadas no hablan bien del sedentarismo inactivo al que lleva ver la televisión.
Muchos de ustedes, estoy seguro que estarán ahora metiendo en el mismo saco al ordenador, a las consolas de juegos, y están equivocados por muchas razones, con el ordenador no existe una falta total de actividad, y menos con las consolas de juego.
En los niños y en los adolescentes la televisión es muy perjudicial, dado que están en una edad de crecimiento, y la falta de ejercicio puede comprometer la elasticidad, la plasticidad corporal y osea en el futuro; aparte de que este medio dificulta en gran medida la libre imaginación y la plasticidad mental, poniendo en peligro por tanto el propio cerebro. Dificulta que uno interiorice en sí mismo, impidiendo que uno alcance el conocimiento interior, la sabiduría interior, y aquello que pertenece a la esfera de lo invisible.
Esto lo vengo a decir porque el pasado 4 de agosto vi una noticia que hablaba de un estudio comparativo realizado tanto en Estados Unidos como en España, en el que se sometió a análisis a 111 niños con edades entre los 3 y los 8 años, examinando que formas de inactividad eran las peores, se les tomó la presión arterial en intervalos de tiempo cuando estaban inactivos. Y señores, se apreciaron alteraciones en la presión de dichos niños, si existe alteración en la presión arterial, tenemos que hablar de alteración de la funcionalidad corporal, si la sangre se altera, se altera el corazón, el cerebro y presumiblemente el ADN.
La alteración de la presión arterial es independiente de si los niños son obesos o no, así lo comentó el Dr. Joey Eisenmann, del Michigan State University. Publicó sus conclusiones en un informe que fue a parar a los Archivos de Medicina Pediátrica y de Adolescencia.
Según decía el Dr. Joey no fue detectado el mismo aumento en la presión arterial en aquellos niños que se encontraban frente a la pantalla de un ordenador.
Los niños que veían la televisión entre 90 a 330 minutos al día son los que mostraron una presión arterial sistólica y diastólica con mayor porcentaje, entre cinco y siete puntos por encima de aquellos que estaban delante de la televisión una media hora al día.
La Academia Americana de Pediatría a recomendado por lo tanto limitar el que los niños y los adolescentes vean “la caja tonta”, como máximo un par de horas al día.
¿Cómo es posible que ver la televisión ocasione más daño que interactuar con el ordenador o jugar con la vídeo consola? La razón es simple, los juegos de ordenador requieren un cierto movimiento, como mover los dedos o cambiar la posición del cuerpo, y esa es la diferencia.
Se han sugerido otros posibles problemas colaterales. Por ejemplo, además de la total inactividad requerida por la televisión – que incrementa la presión arterial – los niños tienden a abandonarse a dejarse llevar por la pereza, a llevar una alimentación no adecuada, alimentos preparados, curiosamente los alimentos que los niños suelen tomar viendo la televisión son de tipo salados, lo que estaría relacionado con muchos casos de presión alta.
Este estudio ha sido realizado para el publico infantil y adolescente pero, los adultos están igualmente perjudicándose con esta practica sedentaria, aparte de sumirse lentamente en la idiocia más cognoscitiva. Critican porque algunos pasen mucho tiempo delante del ordenador o jugando con la vídeo consola, y estos no son perjudiciales en la misma medida, dado que solicitan de ciertos movimientos como ya hemos dado a conocer y por lo tanto existe un pequeño ejercicio, curiosamente los que interactuaban con los ordenadores o con las vídeo consolas no mostraron alteraciones en la presión arterial.
Es más sano que su hijo este matando marcianos con el PC que ver la televisión, aparte se ha demostrado que aquellos niños que juegan con los equipos informáticos son más despiertos que aquellos que no lo hacen, mejoran sus reflejos y su capacidad de observación dado que, la complejidad de muchos de estos juegos requiere destreza, atención y habilidad, ayudando a su mejora.
Con todo esto, no estoy queriendo decir que todos estos medios sean mejores o peores, lo más sano en un cuerpo que se está desarrollando es interactuar con la naturaleza, en el campo, en lugares abiertos en donde uno pueda moverse, y jugar como jugábamos antes, en la calle en lugares seguros.
Eduardo
Fuente:Escuadron de la verdad
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