domingo, 28 de febrero de 2010

Objetivos Empresariales y Realidad: cuando las empresas y los ciudadanos no quieren ver

“Nadie hizo caso a las advertencias de Burbuja en el sector inmobiliario o en el propio consumo y el crédito. Por que a los políticos no les interesa que afloren los verdaderos problemas mientras gobiernan. Entonces hablan de gente catastrofista para desprestigiarlos, y diciéndonos por activa y por pasiva que todo va bien. Lo cual está generando una ciudadanía que NO QUIERE VER LA REALIDAD ni la verdad”
Juan Carlos Ballester
Para cambiar y/o mejorar en cualquier ámbito (uno mismo, hogar, pueblo, economía, país, mundo) primero hay que ser consciente de que existe un problema o una situación a optimizar. Juan Carlos Ballester, Licenciado en Administración y Dirección de Empresas, nos envía a El Lector Alternativo una reflexión muy certera sobre la actual ceguera colectiva en materia económica.
Porque, aunque el experto Santiago Niño Becerra es tachado de catastrofista, pesimista, y hasta de irresponsable, por anunciar que la crisis empieza ahora y viene para quedarse, las evidencias afloran por doquier y  Juan Carlos Ballester denuncia la irrealidad de los objetivos de crecimiento de muchas empresas y la actitud de “avestruz” de la sociedad.
Estas son sus palabras:

Bien es sabido en el mundo empresarial, que “todas” las empresas, o al menos las más “profesionalizadas”, antes de iniciar un nuevo ejercicio, se plantean unos objetivos para el nuevo período económico, los cuales determinarán las estrategias a seguir por la compañía en los próximos meses.
Generalmente estos objetivos suelen ser de tipo económico o tener un amplio apartado económico. Generalmente consisten en la determinación de las tasas de crecimiento de las ventas o de los beneficios anuales. Año tras año y sin más preguntas, buscan conseguir un crecimiento respecto al ejercicio anterior.
Es evidente que estos crecimiento tienen que TENER UN LÍMITE por diversos motivos, como la limitación en el número de consumidores, la limitación en el consumo propiamente o el tope en los precios de coste. Por mucho que se diseñen políticas de marketing para aumentar sobre todo el consumo, nuevos mercados o nuevos materiales, al final siempre debe haber un limite para todo.
Las Empresas y grandes multinacionales deberían haber tomado nota desde hace tiempo de esta conclusión antes de que estallara la crisis. No obstante parece ser que han crecido y crecido sin mesura, gracias al crédito que han concedido los bancos a los consumidores, pero ahora que se ha cortado el grifo, se esta desmoronando el tejido industrial.
Nadie hizo caso a las advertencias de Burbuja en el sector inmobiliario o en el propio consumo y el crédito. Por que a los políticos no les interesa que afloren los verdaderos problemas mientras gobiernan.
Entonces hablan de gente catastrofista para desprestigiarlos, y diciéndonos por activa y por pasiva que todo va bien. Lo cual está generando una ciudadanía que no quiere ver la realidad ni la verdad. Por delante la ideología, que la verdad. Es decir todavía hay mucha gente alienada mentalmente incapaz de Ver la Realidad y la Verdad.
Juan Carlos Ballester

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