2 de febrero de 2010 (LPAC).- "La crisis grande que viene es la de España" destacó hoy Lyndon LaRouche, porque "España es una de las naciones europeas importantes. No la pueden echar a un lado a los Balcanes. Y esto va directamente de regreso a los británicos a través de la operación del Royal Bank of Scotland (Banco Real de Escocia)". Más que la tan publicitada crisis griega, explicó LaRouche, "esta es la que va a estallarlo todo".
La carga explosiva de un incumplimiento soberano de España sería mucho mayor que cualquier cosa que Grecia pudiera producir, y amenaza mucho más la estructura de la Unión Europea- por no mencionar la City de Londres. España es económicamente cuatro veces más grande que Grecia, cinco veces el tamaño de Irlanda y seis veces el de Polonia. Como dice un artículo de Victor Malet en el Financial Times de hoy, "ya es lo suficientemente malo que los inversionistas hayan perdido la fe en la política económica de Grecia, pero para que se mantenga intacta la Eurozona, es esencial que España restablezca rápidamente el orden en sus finanzas públicas... Sin embargo los prospectos inmediatos de España son desconsoladores" informa el FT.
La ministra de Finanzas de España Elena Salgado convocó el viernes 29 de enero a una conferencia de prensa para anunciar un plan de austeridad diseñado a reducir el déficit presupuestal actual del gobierno de 11.4% del PNB, al criterio de Maastricht de 3% para el 2013. Pero el país está ya en tan terribles condiciones económicas, que esto producirá una explosión social de proporciones inimaginables. La producción manufacturera en España se contrajo en enero, por 26avo mes consecutivo, en tanto que supuestamente creció en el resto de la Eurozona. Y la tasa de desempleo en España se elevó a 19.5% a fines del 2009 (comparado con el promedio del 10% en la Eurozona)- arriba del 17.9% del tercer trimestre y el doble de lo que era hace dos años. El desempleo entre los jóvenes está entre el 45 y 50%.
Una razón adicional por la que España es objeto de la atención pública, es que asumió la presidencia de la Unión Europea para el 2010.
Existe también una relación íntima entre el sistema bancario de España y la City de Londres, lo que podría agregarle más carga explosiva a la desintegración de España. El banco más grande del país, Santander, tiene desde hace décadas una "alianza estratégica" con el Banco Real de Escocia (RBS), que lo manejan íntimos de la familia real británica. De hecho, el intercambio de saliva entre el RBS y Santander es tan intenso, que en mayo del 2003, el RBS le vendió al Santander todas las sucursales en Iberoamérica de su división bancaria privada internacional, Coutts & Co., que es el banco personal de la reina.
El Financial Times de hoy destaca que España "ha evitado hasta ahora gastar un centavo del dinero del estado en rescates bancarios y ha visto como uno de sus bancos fuertes -Santander= recoge los pedazos del sistema bancario británico debilitado". Esto en referencia a las compras del Santander en los últimos cinco años, Abbey, Alliance & Leicester, y Bradford & Bingley. También se rumora que Santander está licitando para comprar 300 sucursales que puso a la venta el sitiado Banco Real de Escocia.
Santander posee ahora una quinta parte de las hipotecas otorgadas en Gran Bretaña el año pasado, según el Times de Londres, que agrega que "Santander ha sido uno de los grande ganadores en la contracción crediticia". Tienen 1,300 sucursales en el Reino Unido y cerca de un 15% del mercado bancario para consumidores. Ellos dicen que Santander ha podido vadear la tormenta hasta ahora, pero "una burbuja de bienes raíces a punto de reventar en España" podría acarrearle problemas reales. Se sabe que Santander está fuertemente expuesto con los papeles de bienes raíces tóxicos. Su rival el BBVA (Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, que también está cercano a los intereses de la City de Londres), está también metido hasta el cuello en la burbuja de bienes raíces; la semana pasada reveló que tuvo una caída en sus ganancias del 16%.
"El tema crucial aquí es el involucramiento del Banco Real de Escocia en los bancos españoles" afirmó LaRouche. "Este es el número caliente".
La carga explosiva de un incumplimiento soberano de España sería mucho mayor que cualquier cosa que Grecia pudiera producir, y amenaza mucho más la estructura de la Unión Europea- por no mencionar la City de Londres. España es económicamente cuatro veces más grande que Grecia, cinco veces el tamaño de Irlanda y seis veces el de Polonia. Como dice un artículo de Victor Malet en el Financial Times de hoy, "ya es lo suficientemente malo que los inversionistas hayan perdido la fe en la política económica de Grecia, pero para que se mantenga intacta la Eurozona, es esencial que España restablezca rápidamente el orden en sus finanzas públicas... Sin embargo los prospectos inmediatos de España son desconsoladores" informa el FT.
La ministra de Finanzas de España Elena Salgado convocó el viernes 29 de enero a una conferencia de prensa para anunciar un plan de austeridad diseñado a reducir el déficit presupuestal actual del gobierno de 11.4% del PNB, al criterio de Maastricht de 3% para el 2013. Pero el país está ya en tan terribles condiciones económicas, que esto producirá una explosión social de proporciones inimaginables. La producción manufacturera en España se contrajo en enero, por 26avo mes consecutivo, en tanto que supuestamente creció en el resto de la Eurozona. Y la tasa de desempleo en España se elevó a 19.5% a fines del 2009 (comparado con el promedio del 10% en la Eurozona)- arriba del 17.9% del tercer trimestre y el doble de lo que era hace dos años. El desempleo entre los jóvenes está entre el 45 y 50%.
Una razón adicional por la que España es objeto de la atención pública, es que asumió la presidencia de la Unión Europea para el 2010.
Existe también una relación íntima entre el sistema bancario de España y la City de Londres, lo que podría agregarle más carga explosiva a la desintegración de España. El banco más grande del país, Santander, tiene desde hace décadas una "alianza estratégica" con el Banco Real de Escocia (RBS), que lo manejan íntimos de la familia real británica. De hecho, el intercambio de saliva entre el RBS y Santander es tan intenso, que en mayo del 2003, el RBS le vendió al Santander todas las sucursales en Iberoamérica de su división bancaria privada internacional, Coutts & Co., que es el banco personal de la reina.
El Financial Times de hoy destaca que España "ha evitado hasta ahora gastar un centavo del dinero del estado en rescates bancarios y ha visto como uno de sus bancos fuertes -Santander= recoge los pedazos del sistema bancario británico debilitado". Esto en referencia a las compras del Santander en los últimos cinco años, Abbey, Alliance & Leicester, y Bradford & Bingley. También se rumora que Santander está licitando para comprar 300 sucursales que puso a la venta el sitiado Banco Real de Escocia.
Santander posee ahora una quinta parte de las hipotecas otorgadas en Gran Bretaña el año pasado, según el Times de Londres, que agrega que "Santander ha sido uno de los grande ganadores en la contracción crediticia". Tienen 1,300 sucursales en el Reino Unido y cerca de un 15% del mercado bancario para consumidores. Ellos dicen que Santander ha podido vadear la tormenta hasta ahora, pero "una burbuja de bienes raíces a punto de reventar en España" podría acarrearle problemas reales. Se sabe que Santander está fuertemente expuesto con los papeles de bienes raíces tóxicos. Su rival el BBVA (Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, que también está cercano a los intereses de la City de Londres), está también metido hasta el cuello en la burbuja de bienes raíces; la semana pasada reveló que tuvo una caída en sus ganancias del 16%.
"El tema crucial aquí es el involucramiento del Banco Real de Escocia en los bancos españoles" afirmó LaRouche. "Este es el número caliente".
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