Está en el ambiente, se siente y hasta puede palparse: la Humanidad y el planeta están entrando en una fase culminante y, en realidad, se enfilan con rapidez hacia un punto de no retorno. La pervivencia del modo de civilización y sistema que hemos estado manteniendo (y padeciendo) en el último siglo, es ya impracticable, insostenible. Y todos los poderes y personas que están conscientes de ello, hace largo tiempo que toman posiciones para este momento total. Algunos -los más involutivos-, para disputar y asegurarse (estupidamente) un buen reparto de los recursos y el control de las masas; y otros -los más despiertos-, para montar la gran ola (verdadero Tsunami) del Cambio en el mejor modo posible, afinándose y alistándose conforme a los nuevos paradigmas que emergerán de las cenizas del viejo mundo, que se desintegra de día en día, de forma inexorable. Lo que a estas alturas ya es muy claro a los ojos de todos (los que están minimamente informados), es que la gravedad de los grandes y diversos desafíos en curso (económicos, geoestratégicos, medio ambientales, geopolíticos, energéticos, informativos, sanitarios…) ha llegado a un punto en el que la tremenda tensión acumulada, ya incontenible, va a tener que ser liberada de unos modos u otros. Pero va a ser liberada sin tardanza. Y la naturaleza ya nos ha demostrado sobradamente que lo que no consigamos hacer nosotros por las buenas, lo hará el propio planeta por las bravas. A partir de ahora la recuperación del Equilibrio y Orden naturales, y la limpieza a fondo que se precisa para ello, van a ser realizados sin más contemplaciones. El tiempo está vencido y el reloj cósmico no admite dilaciones humanas, ni mucho menos la arrogancia y la conducta demencial de los pocos miles que ostentan el poder global, sometiendo a billones.
Tenemos ahora mismo sobre la mesa del panorama mundial una serie de temas candentes de enorme calado, por los resultados y consecuencias que pueden traer proximamente. Hay un vertido descontrolado de petróleo en el Golfo de México, cuya verdadera causa y dimensiones no sólo no han sido cabalmente aclaradas, sino que están siendo deliberadamente ocultadas a la sociedad por las autoridades oficiales y los implicados. Todo el asunto presenta, además, serios indicios de ser un gran montaje; un montaje de repercusiones devastadoras. Tanto el gigante petrolífero BP como el Gobierno y la administración norteamericanos están teniendo, cuando menos, un comportamiento negligente en la gestión de este desastre ecológico de magnitud insospechada. Lo que sí se sospecha y aprecia, con fundamento, es la instrumentalización que el Gobierno Estadounidense está haciendo de la catástrofe. Las significativas palabras de Obama, comparando la situación con el 11-s, y advirtiendo que a raiz de la misma todos cambiaremos nuestro modo de pensar con respecto al medio ambiente y a la energía, se alinean muy claramente con la aplicación -una vez más- de la llamada Doctrina del Shock, donde a causa de un gran problema dado (o creado a propósito), se induce a la población un estado de temor y ansia de seguridad, que pone en bandeja la “solución firme y oportuna” que el poder ya tiene preparada. Así la sociedad atemorizada y engañada se ve forzada a aceptar la puesta en marcha o ejecución de remedios o medidas abusivas, leoninas, que sin dicho estado de engaño y alteración emocional de la opinión pública, no sería posible implementar. Veremos, pues, cómo se desarrollan las cosas (hay quienes apuntan -desde otras fuentes- a la erupción de un volcán submarino como causa del desastre, y que no sería petroleo mucho de lo que está saliendo a la superficie marina).
Por otro lado, la llamada crisis económica (en realidad un fallo sistémico fatal, deliberadamente provocado), plantea muchísimas interrogantes en el futuro de miles de millones de ciudadanos en el planeta, que sin embargo están accediendo en número creciente al conocimiento cabal (a través de fuentes de información alternativas) de que una élite económica-industrial está haciendo y deshaciendo impunemente todo, para lograr sus propios y exclusivos fines, enmarcados en la ampliación y consolidación de su poder oligárquico. No obstante, dicha élite, representada en sociedades como el Grupo Bilderberg (desconocido para la mayoría de la gente hasta hace sólo unos días, con la explosión informativa de su última reunión, en Sitges), pierde su secretismo irremediablemente y está quedando por fin al descubierto para las masas, que despiertan a marchas forzadas y comienzan a hacerse preguntas “politicamente incorrectas”. La disidencia y las revelaciones son imparables en todas las áreas: política, información, ciencia, medicina, historia…
Incluso temas capitales como la demolición controlada de las Torres Gemelas (el autoatentado del 11-s) están ya a punto de estallar ante la opinón pública en todo el mundo. Frente a esta situación cada vez más incómoda y difícil de manejar, los poderosos y magnates del mundo (asociados por la consecución de sus nefastos objetivos, en pro de sus exclusivos intereses, contrarios al bien común y -por tanto- criminales) se precipitan en el ansia de sacar adelante su infame agenda. Sus planes, en verdad, están cada vez más complicados de ejecutar, no sólo por la emergencia de una masa social mejor informada y más empoderada, sino también por la existencia de bloques de países rebeldes y suficientemente poderosos, que no están por la labor de someterse al yugo del oscuro y profundo lobby sionista-masónico-satánico, con sede en Estados Unidos, Inglaterra, Israel y el Vaticano. Es por ello, y para relanzar la economía del modo en que ellos la entienden (después de haberla destrozado a propósito para implementar e imponer un Nuevo Orden Mundial) que están decididos a atacar a Irán y, por ende, a sus aliados (incluso haciendo uso de armas nucleares), con la intención de hundir al planeta por tercera vez en un guerra mundial.
Por si fuera poco, a todas estas cuestiones se unen otras insólitas, inconmensurables, pero que han sido durante muchos años un “secreto a voces”. El caso paradigmático es el tema de la Vida extraterrestre inteligente, que desde hace unos pocos años ha entrado en un proceso imparable que está conduciendo, sin duda, a una próxima revelación y contacto oficiales, a escala mundial. Los recientes procesos de desclasificación de documentos secretos y las declaraciones de científicos respetados que afirman la existencia de y las comunicaciones con seres de otros planetas, están ciertamente preparando el terreno para la revelación oficial de todo el asunto. Pero no nos engañemos. Si bien hoy ya sólo los incrédulos o los desinformadores ponen en duda o rechazan la existencia de vida y civilizaciones extraterrestres avanzadas, lo que no podemos creernos es que algo que promuevan los actuales poderes mundiales corruptos (en este caso la revelación oficiosa del asunto) sea confiable, o que vaya con buenas intenciones. Sobre todo cuando a lo largo de las décadas la información libre ha constatado (a veces pagando el precio con la vida de los informadores) que los gobiernos más poderosos del planeta mantuvieron y siguen manteniendo estrecho contacto con civilizaciones negativas, de gran evolución tecnológica pero de nulo nivel espiritual, las cuales transferían conocimientos científicos y tecnológicos a cambio de… (?). Y del mismo modo, cerraban y siguen cerrando la puerta a otras civilizaciones verdaderamente armónicas, pacíficas y benignas -plenamente integradas en el Orden Cósmico-, que en un momento dado (esto lo sabe la élite global) podrían presentarse abiertamente para certificar el fin del sistema mundial de explotación humana (y de ahí proyectos como Blue Beam, para confundir y controlar a la población antes de que eso suceda).
En cualquier caso, y respecto a todos los temas expuestos (y el resto de los que cubrimos habitualmente), hay un protagonista fundamental que es el que va a tener la última palabra en una gran parte de los desafíos planteados. Ese protagonista fundamental SOMOS TODOS NOSOTROS, LA GENTE, LA HUMANIDAD. Si de ahora en adelante permanecemos bien informados y conscientes, acrecentando nuestra unidad, colaboración y coordinación; y sobre todo si nos mantenemos en nuestro centro, empoderados, procurando la serenidad, la calma mental y el enfoque positivo, constructivo y pacífico, cualquier medida, maniobra o movimiento negativo o demencial que el sistema establecido trate de imponer sobre nosotros se verá abocado irremediablemente al fracaso, al no contar con nuestro consentimiento, sumisión e ignorancia. Realmente ellos están aterrados por esta posibilidad cada vez más plausible. Se les termina el tiempo. Y a cada minuto, las masas -que siempre habían dormido alienadas- despiertan más y más. Y nuestra superioridad y capacidad, unidos y conscientes, es aplastante, irresistible.
Finalmente, y como apunté antes, si no llegásemos a realizar lo que se precisa realizar, serán el Sol y la Tierra (piezas Rey y Reina en el tablero físico-energético de este juego), los que completen el trabajo. Ya que el Sol y la Tierra, junto con la Humanidad consciente, tienen una agenda evolutiva que cumplir, por Ley e imperativo cósmicos. Esta agenda es inoponible, impostergable, y no hay manera humana ni sobrehumana de detenerla. Por lo tanto la agenda de la élite global es nada. NADA. Estamos dirigiéndonos a un Salto Evolutivo de alcances universales, inefables. Y se producirá con absoluta precisión y perfección.
Por el momento, atravesemos este tiempo crucial viviéndolo lo mejor que podamos, desde el corazón, centrados, enfocados en lo bueno, apoyándonos entre todos, colaborando con este proceso natural, fluyendo en el sentido de la corriente de la Vida. Recordando a Gandhi una vez más, seamos nosotros mismos el cambio que queremos ver en el mundo. De este modo llegaremos a buen puerto de la manera más asequible y suave que sea posible. Pero llegaremos. Y cuando venga el otoño, la Humanidad comenzará de veras a cosechar lo sembrado en los años y meses previos. Hagamos entonces buena siembra este verano, cultivemos y cultivémonos sabiamente, en Luz, en Consciencia, Paz y Amor.
Freeman, Liberación AHORA
Tenemos ahora mismo sobre la mesa del panorama mundial una serie de temas candentes de enorme calado, por los resultados y consecuencias que pueden traer proximamente. Hay un vertido descontrolado de petróleo en el Golfo de México, cuya verdadera causa y dimensiones no sólo no han sido cabalmente aclaradas, sino que están siendo deliberadamente ocultadas a la sociedad por las autoridades oficiales y los implicados. Todo el asunto presenta, además, serios indicios de ser un gran montaje; un montaje de repercusiones devastadoras. Tanto el gigante petrolífero BP como el Gobierno y la administración norteamericanos están teniendo, cuando menos, un comportamiento negligente en la gestión de este desastre ecológico de magnitud insospechada. Lo que sí se sospecha y aprecia, con fundamento, es la instrumentalización que el Gobierno Estadounidense está haciendo de la catástrofe. Las significativas palabras de Obama, comparando la situación con el 11-s, y advirtiendo que a raiz de la misma todos cambiaremos nuestro modo de pensar con respecto al medio ambiente y a la energía, se alinean muy claramente con la aplicación -una vez más- de la llamada Doctrina del Shock, donde a causa de un gran problema dado (o creado a propósito), se induce a la población un estado de temor y ansia de seguridad, que pone en bandeja la “solución firme y oportuna” que el poder ya tiene preparada. Así la sociedad atemorizada y engañada se ve forzada a aceptar la puesta en marcha o ejecución de remedios o medidas abusivas, leoninas, que sin dicho estado de engaño y alteración emocional de la opinión pública, no sería posible implementar. Veremos, pues, cómo se desarrollan las cosas (hay quienes apuntan -desde otras fuentes- a la erupción de un volcán submarino como causa del desastre, y que no sería petroleo mucho de lo que está saliendo a la superficie marina).
Por otro lado, la llamada crisis económica (en realidad un fallo sistémico fatal, deliberadamente provocado), plantea muchísimas interrogantes en el futuro de miles de millones de ciudadanos en el planeta, que sin embargo están accediendo en número creciente al conocimiento cabal (a través de fuentes de información alternativas) de que una élite económica-industrial está haciendo y deshaciendo impunemente todo, para lograr sus propios y exclusivos fines, enmarcados en la ampliación y consolidación de su poder oligárquico. No obstante, dicha élite, representada en sociedades como el Grupo Bilderberg (desconocido para la mayoría de la gente hasta hace sólo unos días, con la explosión informativa de su última reunión, en Sitges), pierde su secretismo irremediablemente y está quedando por fin al descubierto para las masas, que despiertan a marchas forzadas y comienzan a hacerse preguntas “politicamente incorrectas”. La disidencia y las revelaciones son imparables en todas las áreas: política, información, ciencia, medicina, historia…
Incluso temas capitales como la demolición controlada de las Torres Gemelas (el autoatentado del 11-s) están ya a punto de estallar ante la opinón pública en todo el mundo. Frente a esta situación cada vez más incómoda y difícil de manejar, los poderosos y magnates del mundo (asociados por la consecución de sus nefastos objetivos, en pro de sus exclusivos intereses, contrarios al bien común y -por tanto- criminales) se precipitan en el ansia de sacar adelante su infame agenda. Sus planes, en verdad, están cada vez más complicados de ejecutar, no sólo por la emergencia de una masa social mejor informada y más empoderada, sino también por la existencia de bloques de países rebeldes y suficientemente poderosos, que no están por la labor de someterse al yugo del oscuro y profundo lobby sionista-masónico-satánico, con sede en Estados Unidos, Inglaterra, Israel y el Vaticano. Es por ello, y para relanzar la economía del modo en que ellos la entienden (después de haberla destrozado a propósito para implementar e imponer un Nuevo Orden Mundial) que están decididos a atacar a Irán y, por ende, a sus aliados (incluso haciendo uso de armas nucleares), con la intención de hundir al planeta por tercera vez en un guerra mundial.
Por si fuera poco, a todas estas cuestiones se unen otras insólitas, inconmensurables, pero que han sido durante muchos años un “secreto a voces”. El caso paradigmático es el tema de la Vida extraterrestre inteligente, que desde hace unos pocos años ha entrado en un proceso imparable que está conduciendo, sin duda, a una próxima revelación y contacto oficiales, a escala mundial. Los recientes procesos de desclasificación de documentos secretos y las declaraciones de científicos respetados que afirman la existencia de y las comunicaciones con seres de otros planetas, están ciertamente preparando el terreno para la revelación oficial de todo el asunto. Pero no nos engañemos. Si bien hoy ya sólo los incrédulos o los desinformadores ponen en duda o rechazan la existencia de vida y civilizaciones extraterrestres avanzadas, lo que no podemos creernos es que algo que promuevan los actuales poderes mundiales corruptos (en este caso la revelación oficiosa del asunto) sea confiable, o que vaya con buenas intenciones. Sobre todo cuando a lo largo de las décadas la información libre ha constatado (a veces pagando el precio con la vida de los informadores) que los gobiernos más poderosos del planeta mantuvieron y siguen manteniendo estrecho contacto con civilizaciones negativas, de gran evolución tecnológica pero de nulo nivel espiritual, las cuales transferían conocimientos científicos y tecnológicos a cambio de… (?). Y del mismo modo, cerraban y siguen cerrando la puerta a otras civilizaciones verdaderamente armónicas, pacíficas y benignas -plenamente integradas en el Orden Cósmico-, que en un momento dado (esto lo sabe la élite global) podrían presentarse abiertamente para certificar el fin del sistema mundial de explotación humana (y de ahí proyectos como Blue Beam, para confundir y controlar a la población antes de que eso suceda).
En cualquier caso, y respecto a todos los temas expuestos (y el resto de los que cubrimos habitualmente), hay un protagonista fundamental que es el que va a tener la última palabra en una gran parte de los desafíos planteados. Ese protagonista fundamental SOMOS TODOS NOSOTROS, LA GENTE, LA HUMANIDAD. Si de ahora en adelante permanecemos bien informados y conscientes, acrecentando nuestra unidad, colaboración y coordinación; y sobre todo si nos mantenemos en nuestro centro, empoderados, procurando la serenidad, la calma mental y el enfoque positivo, constructivo y pacífico, cualquier medida, maniobra o movimiento negativo o demencial que el sistema establecido trate de imponer sobre nosotros se verá abocado irremediablemente al fracaso, al no contar con nuestro consentimiento, sumisión e ignorancia. Realmente ellos están aterrados por esta posibilidad cada vez más plausible. Se les termina el tiempo. Y a cada minuto, las masas -que siempre habían dormido alienadas- despiertan más y más. Y nuestra superioridad y capacidad, unidos y conscientes, es aplastante, irresistible.
Finalmente, y como apunté antes, si no llegásemos a realizar lo que se precisa realizar, serán el Sol y la Tierra (piezas Rey y Reina en el tablero físico-energético de este juego), los que completen el trabajo. Ya que el Sol y la Tierra, junto con la Humanidad consciente, tienen una agenda evolutiva que cumplir, por Ley e imperativo cósmicos. Esta agenda es inoponible, impostergable, y no hay manera humana ni sobrehumana de detenerla. Por lo tanto la agenda de la élite global es nada. NADA. Estamos dirigiéndonos a un Salto Evolutivo de alcances universales, inefables. Y se producirá con absoluta precisión y perfección.
Por el momento, atravesemos este tiempo crucial viviéndolo lo mejor que podamos, desde el corazón, centrados, enfocados en lo bueno, apoyándonos entre todos, colaborando con este proceso natural, fluyendo en el sentido de la corriente de la Vida. Recordando a Gandhi una vez más, seamos nosotros mismos el cambio que queremos ver en el mundo. De este modo llegaremos a buen puerto de la manera más asequible y suave que sea posible. Pero llegaremos. Y cuando venga el otoño, la Humanidad comenzará de veras a cosechar lo sembrado en los años y meses previos. Hagamos entonces buena siembra este verano, cultivemos y cultivémonos sabiamente, en Luz, en Consciencia, Paz y Amor.
Freeman, Liberación AHORA
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