domingo, 4 de abril de 2010

Rescatamos a Grecia mientras nuestras cuentas se hunden

Lo ocurrido el lunes pasado en la reunión  entre el Gobierno y las Comunidades Autónomas, donde la Sra. Salgado se presentó sin un papel, sin una propuesta, sin una idea, para cumplir las exigencias de Bruselas de reducir el gasto autonómico y local, síntesis de la podredumbre, la miseria moral y la desidia a la que se ha llegado en la España de Zapatero, pues podía haberlo hecho igual el conserje del ministerio, ha quedado completamente eclipsado por la decisión del inquilino de la Moncloa de ayudar a Grecia más que ningún otro país en términos de PIB. Somos el país que más dinero pone y el que menos cuenta, a pesar de ostentar la Presidencia de turno.

Es algo tan asombroso, tan irreal y tan profundamente irresponsable, que entra en el terreno de lo paranormal: pagaremos el 12,5% del rescate de Grecia, frente al 14% Francia y el 18%   Alemania, cuyos PIB son un 50% mayor y más del doble respectivamente, y Zapatero dice que aportamos más que nadie “porque podemos”, cuando la Sanidad está quebrada y solo sigue funcionando a base de no pagar a los proveedores, cuando la Seguridad Social está también quebrada y tiene que recibir transferencias crecientes del Estado para poder pagar las pensiones y a los parados, y cuando nuestras cuentas públicas han entrado en fase de hundimiento acelerado.

En términos de caja hasta febrero, es decir, los gastos y los ingresos que efectivamente se han realizado en el periodo, el déficit ascendió a 7.729 millones de euros, ¡100 veces más! que en el mismo periodo que el año anterior. Aunque enero y febrero son meses poco representativos, es evidente que el año empieza con un descuadre gigantesco sobre lo previsto en los Presupuestos.

Los ingresos no financieros caen un 7,1% a pesar de la mayores retenciones del trabajo y las pensiones, y los gastos crecen un 22,8%, nada que ver con las estimaciones de los PGE-2010. Y en cuanto a gastos financieros, estos crecen un ¡40,1%, ocho puntos por encima de lo previsto!; y las transferencias, fundamentalmente al servicio público de empleo, para así ocultar la quiebra de la Seguridad Social, que sigue mostrando un “superávit” virtual de 4.602 millones, se han incrementado un 26,3%, hasta los 17.422 millones de euros. La recaudación del IVA cayó a su vez un 8,9%, pero Dña. Elena nos cuenta que crecerá ¡un 26,15% en el conjunto del año! Y si esto es lo que ocurre con el gasto del Gobierno, imaginen ustedes lo que puede estar pasando con el gasto de autonomías y ayuntamientos, donde el despilfarro está fuera de control.

La clase política es el problema

Los españoles ven ahora a los políticos como un problema mayor que el terrorismo”, señala The Economist en su último número, a la vez que denuncia la incapacidad de Zapatero para hacer frente a la “crisis política y económica” que atraviesa España, y afirma que la sensación generalizada es la de que el país se encuentra a la deriva. Ante una situación de emergencia nacional, Zapatero en lugar de tomar medidas saca leyes fantasmagóricas, como la de economía sostenible, que produce sonrojo y estupor, crea comisiones para echar balones fuera, reparte dinero como si fueran cromos, y miente masivamente sobre la situación. Y es este irresponsable, junto con la casta política parasitaria de uno y otro signo,  los grandes culpables de habernos llevado a esta situación sin salida.

Es la casta política la que debe reducir los 100.000 millones de euros anuales que despilfarra allá donde gobierna; reducir de una santa vez los coches oficiales en un 90%; los asesores y cargos de confianza en otro 90%; las plantillas un 40 %, excepto sanidad, justicia y seguridad; los “estudios”, viajes de lujo y similares al 90%; las embajadas a cero; los escandalosos plurisueldos como la mujer de Montilla, la baronesaCospedal, la Pajín, la mamá Pajín, y tantos y tantos otros a un solo sueldo; los ayuntamientos deben quedar reducidos a la mitad, de 8.000 a 4.000; el número de diputados, concejales, y altos cargos en un 30%, y crecimiento cero de las transferencias destinadas a las autonomías, que se han incrementado en un 36,9% desde primero de año, justo cuando tienen que devolver 20.000 millones de euros en 2010, que recibieron de más por la incompetencia de Solbes, y de los que la Sra. Salgado no ha dicho ni pío. Y esta vez, no hay aplazamientos, o se aplica ya una cirugía radical o estamos muertos.

Esta casta política parasitaria que está arruinando a la nación mientras sigue expoliándola sin contemplaciones, es ciertamente una amenaza mucho mayor que el terrorismo .El daño que están perpetrando a España y a los españoles con su incompetencia, su corrupción y su estulticia, raya  lo delictivo, y los responsables deberán pagar por ello. No se pueden ir de rositas, tienen que responder de sus actos, el daño será demasiado grande, quebrará la sanidad, las pensiones, la riqueza de las familias se verá seriamente dañada -van a resucitar el impuesto de Patrimonio- y el coste de la deuda generada por estos sátrapas, afectará a varias generaciones de españoles. Es como un avión que hubiera entrado en pérdida, y el piloto en lugar de tratar de remontar, hiciera todo lo posible para acelerar aún más la caída.

El hundimiento súbito

Explicaba hace dos semanas el conocido analista John Mauldin, que de lo sucedido con las quiebras en diferentes países se desprende que aunque las situaciones empeoran gradualmente, el hundimiento siempre se produce de forma súbita, es decir, de la noche a la mañana los mercados toman conciencia de una situación, retiran el crédito y se produce la crisis. Y esto es lo que va a suceder con España. Los desequilibrios de las cuentas públicas no se sostienen, no hay plan de austeridad ni nada que se  aproxime a lo mínimamente necesario. El déficit 2009 superó el 16% del PIB no el 11,4% oficial, la deuda  el 87% no el 55% como falsamente  afirman gobierno y el BdE, y nuestras necesidades de emisión en 2010 ascenderán a la astronómica cifra de 250.000 millones como mínimo, ¡el 25% del PIB!, ¿de verdad creen que los mercados nos lo van a prestar a tipos de interés asumibles?

Como señalaba Eduardo Segovia el viernes en este diario, es la banca española quien está comprando el grueso de la deuda Zapatero, 305.206 millones tienen en sus carteras de renta fija, española la inmensa mayoría y a corto plazo, “¿quién va a financiar al Estado si no?” exclamaría con un deje de soberbia el presidente de la AIE. Pero esto se acaba en cuanto termine la barra libre del BCE éste año, y entonces ¿quién va a seguir financiando a ésta panda? Pero el tema es peor aún, la pérdida de la calificación de triple A, y eso sucederá como señalaba McCoy el jueves, en cuestión de días, semanas a lo sumo. Los grandes fondos mundiales que solo tienen triple A en sus carteras, venderán la deuda española, y tendremos que pagar intereses más altos, y es solo el principio, porque de la A pasaremos a la B en pocos meses. Y ahora sumen a la deuda pública la inconmensurable deuda privada, solo en pago de intereses nos podemos plantar a fin de año en un 10% del PIB, ¿qué país del planeta puede permitirse dedicar el 10% de la riqueza nacional solo al pago de intereses, y a partir de ahí empezar a amortizar?

La propia banca tiene vencimientos por 72.614 millones de euros éste año, y 420.000 hasta 2015. El Santander  25.614 millones, una cifra de vértigo incluso para ellos, pero es que Caja Madrid, por ejemplo, la cuarta entidad financiera del país, tiene que devolver 6.365 millones, ¡veinticuatro veces su beneficio!, y así la mayoría. Eso en el caso en que estas cifras de extraídas de Bloomberg fueran buenas, que no lo son, porque servidor conoce una caja que aparece en la lista con una deuda a devolver de unos 3.000, y  en realidad tiene que devolver 15.000 en 24 meses. ¿Y de dónde lo van a sacar? En parte con el timo de las preferentes, engañando a sus clientes con la complicidad de la CNMV, para que las compren con tipos de interés la mitad de emisiones similares, pero aún así la mayoría jamás podrá hacerlo. Solo con el aval del Estado conseguirán refinanciar por dos o tres años. En 2009 se refinanciaron 50.200 millones con aval del Estado, y no recuperaremos ni la mitad. ¿Hasta dónde y con qué vamos a seguir avalando?, ¿dónde figuran estas partidas en la deuda total? Es obvio que una mayoría de cajas no se sostiene, y cuando ocurra la catástrofe que durante tanto tiempo han tratado de ocultar, alguien va tener que responder de muchas cosas.

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