La vicepresidenta económica, Elena Salgado, anunció ayer que el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), ése que garantiza nuestros ahorros en caso de quiebra de los bancos, asumirá a partir de ahora las pérdidas del FROB derivadas de la reestructuración de cajas y recapitalización del sistema bancario. Esto significa que, si un banco o caja necesita ser rescatado, el FROB contará con el respaldo del FGD para asumir posibles pérdidas. O, dicho de otro modo, el FROB usará el dinero que garantiza los ahorros de los ciudadanos para rescatar entidades y evitar su quiebra. Esto nos lleva a la siguiente paradoja: si los fondos del FGD están dedicados ahora a evitar la quiebra de bancos… ¿de qué va a proteger a los ahorradores? ¿Cómo va a devolvernos nuestros ahorros ante la caída de un banco si todo su dinero está destinado a evitar tal eventualidad?
Cabe recordar que el FGD recibe su capital de las aportaciones que hacen las entidades bancarias. Este hecho fue usado por la ministra Salgado para justificar esta medida con frases tan biensonantes como engañosas: “así el sector financiero asume en su totalidad los costes que pueda tener la reestructuración” y “la reestructuración del sistema no debe suponer un coste para el contribuyente ni déficit para el Estado”.
La RAE define “falacia” como “engaño, mentira o fraude con que se intenta dañar a alguien”. No sabemos si Elena Salgado buscaba hacer daño a nadie, lo que sí sabemos es que disfrazar esta medida como acto de justicia social es, en efecto, un argumento falaz, y por lo tanto un engaño, una mentira y un fraude. El FGD no aguantará ni el primer asalto.
Esta nueva carga debilita aún más un Fondo de Garantía de Depósitos en el que pocos confiaban ya. Muchas han sido las voces que critican la falta de capital de este fondo, que actualmente cuenta con apenas 6.600 millones de euros.
Para hacernos una idea, el FROB ya lleva, según el Banco de España, 7.551 millones de euros gastados en recapitalizar cajas de ahorro, un desembolso que, de haber corrido a cargo del FGD, ya lo habría dejado totalmente seco y con déficit.
¿Qué pasará si otro banco necesita recapitalizarse? Y si no hay dinero para rescatarla y el banco acaba quebrando, ¿con qué dinero se devolverá los ahorros a los ciudadanos si NO HAY DINERO?
La solución parece sencilla: que bancos y cajas aporten más dinero al FGD. Actualmente su contribución total es de unos 850 millones al año, una cifra que parece insuficiente para hacer frente a tanta responsabilidad. Sin embargo, la Ministra ha descartado esta posibilidad. Parece que habrá que apañarse con 6.600 millones para cubrir unas necesidades potencialmente mucho mayores.
¿Se acabaron los depósitos? La forma de ahorrar está cambiando. El Fondo de Garantía ya no tranquiliza a nadie, así que estamos ante una nueva realidad en la que los depósitos han dejado de ser aquella apuesta 100% segura de antaño. El mercado se ha abierto, y productos como bonos y pagarés toman un nuevo protagonismo.
A partir del 24 de octubre, sin ir más lejos, se lanza una nueva emisión de Bonos de la Generalitat hasta el 5,25% TAE, una rentabilidad muy superior a la de cualquier depósito del mercado actual. Además, Santander y BBVA lanzaron una emisión de pagarés en septiembre hasta el 3,75% TAE. La pregunta es, con un FGD prácticamente desactivado… ¿son los bonos y pagarés tan seguros como los depósitos? Y la respuesta es sencilla: depende de la solvencia de la entidad.
A partir de ahora parece que caminamos sin red de seguridad, así que habrá que aprenderse bien la solvencia de los bancos españoles para evitar así que nuestros ahorros se conviertan en meras cifras sin valor en el ordenador de cualquier oficina.
Enviado por Erik Vinax
Fuente: gurusblog
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